Grandes clásicos de la historia del cine...




La ventana indiscreta
1954 - 

Alfred Hitchcock
James Stewart, Grace Kelly, Thelma Ritter, Raymon Burr, Hudith Evelyn y Wendell Corey. 









Un reportero fotográfico (James Stewart) sufre un accidente que lo obliga a guardar reposo en su hogar durante dos semanas. Desde su ventana presencia lo que pareciera ser un homicidio en uno de los apartamentos vecinos.
La ventana indiscreta es, en pocas palabras, una obra de culto sobrevalorada que decididamente no merece el status que ha recibido con el paso del tiempo. El guión comete, desde el vamos, errores fatales que lamentablemente resultan imperdonables. 
Resulta, por un lado, completamente inverosímil que todos los vecinos se paseen por sus apartamentos con las ventanas abiertas de par en par como si realmente desearan ventilar sus asuntos al prójimo. Poco creíble resulta además que absolutamente nadie vea al personaje encarnado por James Stewart fisgonear con su mirada donde no debe, siendo que el patio central al que apuntan las ventanas traseras de los apartamentos presenta tan escasas dimensiones. Dicha pequeñez da lugar a que la distancia entre ventana y ventana sea tan estrecha que nos lleva a preguntarnos la necesidad del fotógrafo de hacer uso de elementos tan llamativos como los binoculares o su cámara con teleobjetivo incorporado, siendo que estos poco aportan a la hora de brindar mayor información al mirón.
El relato, luego de prolongarse excesivamente en la introducción de una trama en la que poco sucede, finalmente se precipita para dar un cierre risible y bastante decepcionante. Sucede que no se entiende el empleo del flash para detener a un ser humano que, durante dichos breves segundos, pareciera moverse más bien como un robot, ni tampoco la discreción del asesino de querer acabar con el accidentado fotógrafo mientras todos los vecinos contemplan el crimen. 
En el apartado técnico, Hitchcock ha desacertado enormemente a la hora de elegir la melodía a introducir como música de fondo, pues el film queda con ella desprovisto del poco suspenso que alcanza a construir. Cualquiera sabe hoy día que una escena repleta de tensión requiere de música estremecedora y absorbente y no de una melodía de feria típica de un carrusel.
Si ha de elogiarse algo, debe decirse entonces que las interpretaciones cumplen y que el film, pese a todo, entretiene y casi no se hace pesado. Sin embargo, se esperaba más de un producto tan mítico galardonado con numerosos premios y al que se le ha rendido tributo en un sinfín de ocasiones. 

3 - Floja